Ministerio de Salud, Subsecretaría de redes asistenciales
Chile
Es difícil exagerar las implicancias clínicas, sociales, políticas, económicas y educativas que la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), se encuentra generando alrededor del mundo. El sector educativo sin duda alguna, es uno de los más afectados, sin embargo, la necesidad de preparar médicos, especialistas y otros profesionales de la
salud, nunca había sido tan imperiosa como lo es ahora en el contexto de la emergencia global.
El distanciamiento social es la estrategia preventiva más efectiva hasta que se logre el desarrollo de la vacuna, tratamiento o ambos; por ello, dado que la presencia de estudiantes y residentes en los hospitales durante rotaciones clínicas se exponen a contraer la enfermedad y/o trasmitir el virus incluso siendo asintomáticos, en la mayoría de las universidades y hospitales del mundo, sus prácticas fueron suspendidas. Otros factores que contribuyeron a esta decisión, ha sido la cancelación de los procedimientos quirúrgicos, disminución de consultas externas, ocupación de los Servicios clínicos habituales por camas de pacientes críticos portadores de la infección viral grave y por último falta de equipo de protección personal adecuado.